¿Qué señales nos indican que el momento del parto se acerca?

La recta final del embarazo ya está aquí.

Las últimas semanas puede que tu cuerpo cambie por completo y aparezcan síntomas que no esperabas o molestias que anuncian que el momento del parto se acerca. No te asustes si experimentas nuevos dolores o cambios extraños, son totalmente normales, y para que vivas tranquila estos momentos, te los enumeramos para que puedas identificarlos.

El síntoma más visible es que la barriga descenderá. Esto se debe al descenso del feto hacia la cavidad pélvica (el bebé coloca la cabeza en la parte inferior de la pelvis y descansa en el cuello del útero). Esto lo verás entre las dos y cuatro semanas antes del parto. Notarás que la presión sobre el diafragma y el estómago es menor, por lo que podrás respirar mejor y tendrás digestiones más ligeras. Antes, toda esta zona había estado presionada por el útero.

Sin embargo, esa pequeña liberación al encajarse el bebé, hará que tu vejiga sufra una presión, lo que seguramente provoque que tengas que ir con más frecuencia al baño. La zona de la pelvis también estará más cargada.

Notarás que estás más fatigada y tienes menos energía al no descansar todo lo que debes.

Empezarás a notar contracciones, pero estas serán muy irregulares, distanciadas en el tiempo, poco duraderas y no dolorosas en exceso, señal de que no hay que alarmarse. Además, suelen darse como consecuencia de esfuerzos y cesan cuando estás en reposo. Se llaman contracciones de Braxton Hicks y pueden aparecer desde la sexta semana de embarazo, aunque tú no las notes hasta mucho más adelante. A diferencia de las contracciones del parto, estas contracciones no aumentan de manera constante su duración, ni intensidad, ni se dan cada vez más cerca una de la otra.

Expulsión del tapón mucoso. Al dilatarse el cuello uterino, la mucosa que cierra el orificio del útero puede caer y salir ser expulsada por la vagina. Es un flujo gelatinoso, transparente y espeso y puede que ni siquiera notes que ha salido. Puede ir acompañado de hilillos rojizos o marrones, nada preocupante.

Pequeño sangrado vaginal de forma puntual. Si es abundante, acude rápidamente a tu médico.

Puede que tengas las piernas, los tobillos y los pies más hinchados y sientas calambres. Esto se debe a la presión que el útero ejerce sobre los nervios y vasos sanguíneos que se dirigen a las piernas.

Dolor de pechos e hinchazón. Tus pezones pueden dejar escapar calostro.

Una vez que conoces los cambios más frecuentes en las últimas semanas de embarazo, quizás quieras conocer también qué le ocurrirá a tu cuerpo tras dar a luz.