Eliminar la menstruación: una realidad posible

En España, el 20 % de las mujeres desearía no tener la menstruación, y un 8 % ha hecho lo posible para eliminarla de forma precoz. Naturalmente, el periodo desaparece al final de la vida fértil de la mujer. Pero lo cierto es que, en la actualidad, existen tratamientos con los que acabar de forma voluntaria con la menstruación. En este post, vamos a desmontar algunos de los mitos que giran en torno a la eliminación voluntaria de la menstruación, como la creencia de que un tratamiento de este tipo es nocivo para la salud de las mujeres.

La menstruación se puede eliminar mediante tratamientos hormonales prescritos por médicos especialistas en ginecología y obstetricia. Dichos tratamientos hormonales son especialmente beneficiosos para aquellas mujeres que padecen determinadas patologías, como:

La endometriosis.

El cáncer de ovario.

La dismenorrea (el dolor menstrual intenso).

El síndrome premenstrual.

La menorragia (sangrado menstrual abundante).

La migraña menstrual o catamenial.

La anemia.

El tratamiento hormonal que elimina la menstruación de forma voluntaria surge de la combinación de dos tipos de hormonas: el estrógeno y el progestágeno. Su aplicación puede ser vía oral (píldora), cutánea (parche transdérmico) o vaginal (anillo vaginal). El anticonceptivo hormonal se puede utilizar de forma ininterrumpida, consiguiendo así el propósito final de su función: eliminar la menstruación para siempre.

Las mujeres que nacieron y vivieron en siglos pasados tuvieron hasta un 30 % menos de periodos menstruales que los que tienen las mujeres en la actualidad. Esto es debido a la disminución de la natalidad, y por ende del número de embarazos de cada mujer, la maternidad tardía, la reducción de la lactancia y la temprana llegada de la menstruación, que las mujeres en la actualidad la experimentan mucho antes de lo que lo hacían las mujeres del pasado.

Existen diversas circunstancias en las que los tratamientos hormonales utilizados para la eliminación de la menstruación cuentan con contraindicaciones que pueden suponer un perjuicio sobre la paciente. En este caso, los tratamientos hormonales para eliminar la menstruación son incompatibles con tratamientos que incluyan estrógenos. Es el caso de las pacientes con cáncer de mama, de las fumadoras mayores de 35 años, de las mujeres con factores de riesgo cardiovascular o de las mujeres con antecedentes familiares de trombosis.

No debemos confundir la eliminación voluntaria de la menstruación con la desaparición repentina e involuntaria de la misma. En el primero de los casos, la situación se encuentra controlada por un médico especialista, mientras que en el segundo caso, la falta de menstruación sin motivo aparente es una razón de peso para visitar con premura a tu ginecólogo de confianza.