Cuáles son las enfermedades e infecciones vaginales que puede ocasionar el frío

La llegada del otoño y el descenso de las temperaturas pueden traer consigo consecuencias negativas sobre la salud de las personas. Por ello, es muy importante afrontar esta época del año con las defensas suficientes como para prevenir y combatir cualquier tipo de amenaza sobre nuestra salud y bienestar. Las enfermedades e infecciones vaginales son una de las posibles consecuencias del descenso de temperaturas en los termómetros, por lo que saber a qué podemos enfrentarnos, conocer sus síntomas y medidas preventivas puede ser de vital importancia para garantizar un estado de salud óptimo. Porque en la prevención está la clave del bienestar, y en este post vamos a explicar las razones.

Una de las afecciones más recurrentes durante los meses de otoño e invierno es la infección de orina o cistitis. Aunque las causas de la infección de orina pueden ser variadas, lo cierto es que cada vez más las evidencias científicas concluyen que existe una correlación entre el frío y el desarrollo de cistitis o infección de orina. La bajada de temperaturas y la mayor debilidad del sistema inmunológico durante los meses de invierno hacen que miles de mujeres visiten cada año a su ginecólogo a causa de la cistitis o infección de orina. Pero no solo las mujeres son vulnerables a sufrir cistitis; los hombres también pueden padecerla, aunque en el caso de los varones las posibilidades de desarrollarla disminuyen. La cistitis, al ser producida por una bacteria, ataca aprovechando el frío y el déficit de defensas del organismo. Algunas de las medidas preventivas que podemos llevar a cabo para evitar la aparición de infección de orina son:

  • Beber mínimo 1,5 litros de agua diarios.
  • Orinar cada 3 o 4 horas.
  • Orinar antes y después de mantener relaciones sexuales.
  • Cuidar la higiene de la zona genital.

Los cambios que se producen en la mucosa vaginal, causados en ocasiones por las alteraciones y variaciones de temperatura, pueden dar lugar a lo que conocemos como candidiasis vaginal o vulvovaginitis candidiástica. La candidiasis, producida por un hongo, puede afectar tanto a hombres como a mujeres, y aunque los cambios de temperatura no son la única causa de esta afección, sí que constituyen un factor de riesgo que puede desencadenar su aparición.

Existe un fenómeno conocido como “vagina de invierno”, por el que muchas mujeres atribuyen su sequedad vaginal y falta de lubricación a los meses más fríos. Los ginecólogos advierten de que se trata de una leyenda urbana que con el tiempo ha ido cobrando más y más credibilidad, pero a la que debemos hacer oídos sordos, ya que solo es un mito que se ha popularizado entre la población.