La importancia del color de la orina en la salud

La Real Academia de la Lengua define la orina como el “líquido excrementario, por lo común de color amarillo cetrino, que secretado en los riñones pasa a la vejiga, de donde es expelido fuera del cuerpo por la uretra”. Dicha expulsión es lo que conocemos como orinar o miccionar. Orinar es una acción que todos los seres humanos realizamos varias veces al día. No obstante, también es uno de los actos más mecánicos e inconscientes, pues la mayoría de las veces no reparamos en exceso en la acción de orinar, y mucho menos en las características y el color de nuestra orina.

Hoy vamos a hablar de la importancia del color de la orina en la salud, y de lo vital que es prestar más atención a su tono, que puede servirnos como señal de alerta o confirmación del buen estado físico de las personas.

Existen varios factores en la orina que nos indican cuál es el estado de salud de la persona, como:

  • El color.
  • La transparencia.

El olor. Que la orina sea olorosa puede deberse al consumo de determinadas bebidas o alimentos, como el café o los espárragos, o a la aparición de infecciones de orina.

La cantidad de espuma. La orina espumosa se produce por la presencia de proteínas en el líquido. Proteínas como la proteinuria pueden desencadenar problemas renales, por lo que siempre es recomendable realizar los análisis pertinentes.

Según el tipo de color de la orina, podemos distinguir los siguientes:

  • De claro a dorado. El tono amarillo de la orina nos indica el nivel de hidratación del cuerpo que la expulsa. Si la persona se encuentra lo suficientemente hidratada, la orina tendrá un color amarillo claro, mientras que si la persona no cumple con el mínimo de hidratación corporal, es normal que su orina presente un color dorado. Ocurre lo mismo en los casos en los que la orina es de color miel. En la gran mayoría de ocasiones se debe a la falta de hidratación corporal.
  • De naranja a amarillo oscuro. Este color se debe al consumo de determinados fármacos, suplementos vitamínicos del tipo D o alimentos ricos en carotenoides, como la zanahoria, la papaya, el mango, el melocotón, las espinacas o las acelgas.
  • Marrón siena. El color marrón siena de la orina es un indicador de problemas hepáticos que han de ser analizados y diagnosticados por un médico especialista.
  • Transparente. La transparencia de la orina es una señal del exceso de hidratación corporal. Hay que tener cuidado con la cantidad de agua ingerida a lo largo del día, pues un consumo masivo de agua puede dar lugar a la pérdida excesiva de sales minerales a través de la orina.
  • Blanquecino. Puede ser una señal de alerta de la expulsión de glóbulos blancos de nuestro cuerpo debido a una infección.
  • Amarillo turbio. Es uno de los síntomas de la cistitis o infección urinaria.

Verdoso azulado. Este color puede deberse a distintas causas, como:

  • La enfermedad conocida con el nombre de hipercalcemia familiar benigna.
  • El consumo de viagra.
  • Las infecciones bacterianas.
  • Púrpura. Este color está asociado con infecciones que neutralizan el ácido de la orina.

La clave para saber si has de preocuparte o no con el color de tu orina está en observar si dicho tono es prolongado en el tiempo, o si se trata de un color que ha aparecido durante un día o días determinados. Como siempre, en el diagnóstico y el tratamiento tempranos están las claves de la pronta recuperación.

Anomalías menstruales, un problema al que has de prestar atención

El periodo o menstruación es el ciclo mensual de la mujer en su edad fértil, que finaliza con la llegada de la menopausia. El cuerpo de la mujer está preparado para acoger la llegada de un embarazo, un estado para el que su organismo se prepara todos los meses. Siempre y cuando la mujer no quede embarazada, lo habitual es que cada mes pase por la fase conocida como periodo o menstruación, que consiste en el sangrado vaginal que se produce tras el desprendimiento del útero de su recubrimiento, conocido como endometrio. La menstruación es señal y sinónimo de salud, pues salvo que la ausencia de la misma se dé a causa de un embarazo, la falta del periodo mensual puede ser un síntoma de alerta que nos avisa de que algo no va bien en el cuerpo de la mujer. Es decir, en mujeres en edad reproductiva, la ausencia de menstruación o tener el periodo de forma irregular, puede ser un óptimo barómetro de la salud de la fémina. En ocasiones, gracias a estas señales, es posible el diagnóstico precoz y el tratamiento de anomalías y enfermedades que es necesario detectar a tiempo.

Muchas mujeres padecen alteraciones en su ciclo menstrual, que hacen que este no se produzca con total normalidad. Las alteraciones más comunes del ciclo menstrual de la mujer están relacionadas con la frecuencia con la que tienen el periodo y la intensidad del mismo. La coloración del flujo, el olor y la cantidad a menudo son los principales indicadores de anomalías en el ciclo menstrual femenino. Muchas veces, las razones de dichas alteraciones son hormonales, aunque existen otros causantes responsables de las anomalías y trastornos en la menstruación. Hay hábitos de vida que ayudan a la normalización del ciclo menstrual femenino, como evitar situaciones de estrés, seguir una dieta saludable y equilibrada, no consumir sustancias tóxicas como el tabaco, el alcohol o las drogas, dormir lo suficiente o realizar ejercicio físico con asiduidad.

A continuación, vamos a enumerar algunas de las anomalías menstruales más comunes, y a explicar brevemente en qué consiste cada una de ellas:

  • Menorrea: es la ausencia de menstruación.
  • Menorrea primaria: la mujer todavía no ha tenido su primer periodo, pese a encontrarse en una edad en la que ya debería tenerlo.
  • Menorrea secundaria: la menstruación deja de aparecer en el cuerpo de una mujer que la ha tenido anteriormente.
  • Ataxia menstrual: los ovarios de la mujer producen hormonas a un ritmo más lento que de costumbre, lo que se traduce en una alteración del ciclo menstrual, que trae consigo el retraso de la llegada de la menstruación.
  • Hipermenorrea: hemorragias menstruales intensas que se pueden producir como consecuencia, por ejemplo, de la ataxia menstrual. Estas hemorragias pueden causar trastornos sobre el organismo de la mujer, como la anemia.
  • Hipomenorrea: baja intensidad de hemorragia menstrual producida en intervalos regulares. Es decir, la mujer tiene la menstruación dentro de los márgenes establecidos como normales, pero las hemorragias son de poca cantidad.
  • Menometrorragia: la llegada de la menstruación se produce de forma irregular y con hemorragias intensas.
  • Menorragia: la hemorragia es de alta intensidad, pero en periodos regulares.
  • Metrorragia: hemorragias irregulares e imprevisibles.
  • Opsomenorrea. Periodos de ciclo menstrual infrecuentes y fuera de lo común (puede durar unos 35 días).
  • Proiomenorrea: el ciclo menstrual puede durar unos 21 días.
  • Oligomenorrea: la menstruación dura pocos días, aunque la hemorragia es normal.
  • Polimenorrea: tiene en común con la oligomenorrea la normalidad de la hemorragia, aunque se distingue de esta por el exceso de días que dura la menstruación.
  • Dismenorrea: es el dolor pélvico que sufre la mujer fruto de la menstruación. En ocasiones, el dolor precede a la llegada del periodo entre 1 y 3 días.
  • Dismenorrea primaria: producida en los primeros años de menstruación tras la conocida como menarquia (primer periodo).
  • Dismenorrea secundaria: se produce años después de la primera menstruación debido a un trastorno del aparato reproductor femenino.
  • Síndrome premenstrual: molestias, tanto físicas como psicológicas, producidas en el cuerpo de la mujer durante el periodo. Lo normal es que desaparezcan una vez finalizado el ciclo menstrual. La aparición de acné, cefaleas, vómitos, retención de líquidos, irritabilidad o estados anímicos depresivos son algunos de los síntomas que pueden experimentar las mujeres durante esta fase.

Como venimos reivindicando en AGE, ¡el dolor no hay que aguantarlo! No debemos interiorizar ni normalizar aquello que no lo es.

¿Qué ocurre si se produce una rotura uterina durante el embarazo?

Aunque es una complicación obstétrica muy poco frecuente (menos del 1% de los casos), durante el embarazo o el parto puede producirse una rotura o desgarro del útero debido a la debilidad de la pared del útero. Si no se actúa a tiempo, puede tener graves consecuencias. 

Esta rotura puede deberse a varias causas: 

  • La más frecuente es la existencia de una cirugía previa, como una cesárea. El intento de parto por vía vaginal tras más de una cesárea previa está asociado con un mayor riesgo de RU.
  • Legrados 
  • Contracciones muy violentas, sobre todo, en mujeres que hayan tenido muchos embarazos.
  • Diversas anomalías en el útero.
  • Traumatismo externo: accidentes, heridas por arma blanca o de fuego.
  • Diversas maniobras obstétricas.

La rotura puede ser de dos tipos:

  • Completa: Se produce la rotura de todas las capas de la pared del útero, y hay contacto directo con la cavidad abdominal, lo que puede ocasionar una hemorragia grave, histerectomía, hipoxia fetal (deficiencia de oxígeno en la sangre). 
  • Incompleta: No se rompen todas las capas del útero, por lo que el feto permanece dentro de la cavidad uterina y las complicaciones son menores.

Los síntomas más frecuentes son:

  • Dolor abdominal fuerte y repentino.
  • Sangrado vaginal.
  • Hemorragia intraabdominal.
  • Anomalías en la frecuencia cardíaca del feto.
  • Mayor facilidad para palpar algunas partes del feto. 
  • Taquicardia
  • Cese de las contracciones.

Para evitar que se produzca la rotura uterina, se debe llevar a cabo una buena atención prenatal y tener en cuenta el riesgo en determinadas pacientes, como aquellas que han tenido una cesárea anterior. También se deben realizar con precaución diversos procesos y tratamientos ginecológicos, como la Maniobra de Kristeller o la administración de oxitocina, entre otros.

Cuando se ha producido la rotura, se deberá realizar una Laparotomía urgente, casi siempre, para histerectomía total. En algunos casos, dependiendo del tipo de rotura, se podrá reparar el útero. 

Los beneficios de una buena alimentación e hidratación en tu salud vaginal

La alimentación saludable es, por delante del ejercicio físico, una de las grandes fuentes de salud a la que tienen acceso las personas. A pesar de que comer de forma saludable todavía no es un hábito mayoritariamente extendido e instaurado en nuestra sociedad, debido en parte a los ritmos de la vida diaria y a las costumbres y peculiaridades de nuestra sociabilidad, una buena alimentación es fundamental a la hora de prevenir y combatir la aparición de todo tipo de enfermedades.

En este post vamos a hablar de la importancia y los beneficios de la alimentación y la hidratación en la salud vaginal de las mujeres, una realidad que muchas personas todavía desconocen.

Existen alimentos cuyas propiedades contribuyen al mantenimiento de la salud vaginal, ya que facilitan la regularización del PH en su nivel adecuado, previniendo así la aparición de enfermedades como la infección vaginal, la infección de orina, el papiloma o la candidiasis. Dicha regularización sirve como barrera protectora y de defensa frente a las amenazas de agentes externos. Algunos de los alimentos que ayudan al cuidado de la salud vaginal son:

  • Las frutas y las verduras. Especialmente todas las frutas que contienen vitamina C, que fortalece el sistema inmune, y las verduras de hojas verdes.
  • El aguacate. Fuente de potasio y vitamina B6, es una de las frutas que ayudan a enfrentar los signos de la candidiasis.
  • El pescado. Es recomendable su consumo habitual debido a la presencia de ácidos grasos omega 3.
  • El ajo. Es uno de los alimentos que produce mayores beneficios sobre el organismo de quienes lo consumen. Sus múltiples propiedades son una barrera frente a la candidiasis.
  • Los probióticos. El yogur natural es un alimento que contiene probióticos, que ayudan a mantener y equilibrar el PH para protegerlo frente a la aparición de enfermedades e infecciones.
  • El zumo de arándanos. Sus beneficios sobre el riñón previenen y combaten los síntomas de la infección de orina, una de las afecciones más molestas y comunes que padecen las mujeres.
  • El té verde. Contiene catequina, un antioxidante polifenólico que previene la aparición de infecciones de orina.
  • Las semillas (chía, quinoa…). Contienen fibra, vitamina E y ácidos grasos indispensables para prevenir la aparición de infecciones vaginales.
  • La soja. La presencia de filoestrógenos, óptimos para la madurez de las células vaginales, unida a su bajo contenido en calorías, la convierten en un alimento ideal para las mujeres, especialmente durante la etapa de la menopausia.
  • La harina de coco. El magnesio y la vitamina E que contiene hacen de ella un alimento que ayuda a eliminar la sequedad vaginal. Su consumo también es especialmente recomendable para las mujeres en la etapa de la menopausia.
  • Los frutos secos (nueces). La vitamina E de los frutos secos es un antioxidante perfecto para combatir la sequedad vaginal, por ello estos alimentos no pueden faltar en tu dieta cotidiana.
  • El agua. Como indicamos en el título del post, no solo se trata de llevar una buena alimentación, sino que la hidratación también juega un papel primordial sobre la salud del organismo. Beber 2 litros de agua al día sirve para hidratar el área vaginal, previniendo así la sequedad de la zona y la aparición de anomalías.

Alimentos, todos ellos, que te ayudarán a cuidar y mantener la salud de tu zona vaginal, evitando así el desarrollo de enfermedades que ponen en riesgo tu salud física y emocional.

¿Dolor o desajustes durante la menstruación? Analizamos las diferentes patologías

La menstruación puede ocasionar algunos trastornos en la mujer caracterizados por dolor o alguna anomalía. Veamos los más comunes:

Dismenorrea

Puede presentarse como consecuencia de otras enfermedades, como endometriosis, enfermedad pélvica inflamatoria o fibromas uterinos, o surgir desde el comienzo de la menstruación en la adolescencia. Este trastorno menstrual se caracteriza por fuertes dolores durante la menstruación. Las mujeres con dismenorrea experimentan contracciones uterinas anormales como resultado de un desequilibrio químico en el cuerpo (particularmente la prostaglandina y el ácido araquidónico, sustancias que se encargan de la contracción del útero).

Aunque todas las mujeres pueden sufrir este tipo de trastorno, las más propensas a sufrir la dismenorrea son las mujeres que fuman, las que beben alcohol durante el período menstrual, las mujeres con sobrepeso, y las que comenzaron a menstruar en edades tempranas (antes de los 11 años de edad).

Los principales síntomas son: cólicos y dolor en la parte inferior del abdomen, dolor lumbar, dolor irradiado hacia las piernas, náuseas, vómitos, diarrea, fatiga, dolor de cabeza.

Para diagnosticarla es preciso descartar primero otras afecciones más graves, como endometriosis, fibromas, pólipos o cualquier enfermedad del útero.

Las principales técnicas que se emplean para su diagnóstico son la ecografía, resonancia magnética, laparoscopia o histeroscopía.

Entre los posibles tratamientos constan algunos medicamentos que pueden ser recetados por su médico (entre los que se encuentran los anticonceptivos orales), cambios en la dieta, aplicación de calor en la zona, masajes…

Síndrome premenstrual

Puede ser leve o más severo, en cada mujer se manifiesta de una manera. Es la patología más común, pues más del 80% de las mujeres lo experimentan. La causa principal son los cambios hormonales durante el ciclo menstrual.

Sus síntomas pueden darse una o dos semanas antes de la menstruación y desaparecen cuando se inicia. Los más comunes son: Acné; pechos inflamados o sensibles; cansancio; dificultad para dormir; malestar estomacal; distensión abdominal; estreñimiento o diarrea; dolor de cabeza; dolor de espalda; dolor en las articulaciones o músculos; problemas con la concentración o memoria; tensión, irritabilidad y cambios de humor.

La medicación, los anticonceptivos hormonales, cambios en la dieta (evite los siguientes alimentos: la sal, los alimentos con azúcar, cafeína y alcohol), ejercicio regular, el descanso y la relajación pueden ayudar a disminuir los síntomas.

Trastorno disfórico premenstrual

Es una forma severa del síndrome premenstrual. La serotonina puede jugar un papel en el trastorno disfórico premenstrual, añadiendo a los síntomas comunes episodios de depresión, ataques de pánico, ansiedad, fatiga, dolor articular.

Los síntomas se presentan durante la semana antes de la menstruación y desaparecen después de que comienza el sangrado.

De nuevo, los cambios en la dieta o las rutinas hacen mejorar estos síntomas.

Menorragia

Es un sangrado menstrual que dura más de 7 días o es muy abundante y que, debido a ello, puede causar anemia.

Sus síntomas pueden estar relacionados con anomalías en el útero, trastornos hormonales u otras enfermedades.

Se caracteriza por la presencia de coágulos, flujo menstrual muy abundante que nos hacen cambiar de compresa o tampón con bastante asiduidad, períodos menstruales largos (de más de 7 días), cansancia y dolor en la parte baja del estómago.

Dependiendo de la gravedad, el especialista podrá recetarle un tratamiento farmacológico, como anticonceptivos, antifibrinolíticos, suplementos…; o tratamientos quirúrgicos.

Amenorrea

Es la falta del período menstrual, que puede darse a través de la ausencia de menstruación en mujeres jóvenes que han llegado a los 16 años o la detención de esta por lo menos durante tres meses y descartando la posibilidad de embarazo. La amenorrea en sí no es una enfermedad, pero suele ser un síntoma de otra afección.

La mujer puede experimentar otros síntomas, como dolor de cabeza, cambios en la visión, pérdida de cabello, o exceso de vello facial.

Las principales causas responden a anomalías genéticas, trastornos alimenticios, estrés, enfermedades en los órganos reproductivos. El tratamiento dependerá de la causa de esta patología.

Cinco aplicaciones para controlar la toma de la píldora y tus ciclos menstruales

Sois muchas las que utilizáis la píldora anticonceptiva cómo método para impedir un embarazo no deseado o como tratamiento para algún desajuste hormonal. Y aunque la toma a diario hace que se interiorice esa actividad y se haga casi de forma mecánica, cualquier día se nos puede olvidar si cambiamos nuestra rutina o no siempre nos acordamos de tomarla a la misma hora. Si esto ocurre en algún momento, existen indicaciones para «solucionar» este percance en el propio prospecto, pero su eficacia disminuye y la intranquilidad aflora hasta la próxima menstruación.

Aunque se suele recurrir a la alarma del móvil para que nos avise de la toma, existen aplicaciones que nos aseguran un mayor control, además de ofrecernos otras opciones complementarias. A continuación, os dejamos las más conocidas:

Lady Pill Reminder: Es gratuita y está disponible para sistemas Android. Una vez instalada, tienes que indicar el tipo de píldora que tomamos (número de píldoras) y el horario de la toma, y la app te irá avisando a través de notificaciones cuando tengas que tomar la píldora. Además, en cualquier momento puedes consultar el estado de la tableta de píldoras del ciclo actual. También nos recuerda cuándo debemos comprar más píldoras. Es muy visual, lo que te permite llevar el control de una forma muy sencilla.

https://play.google.com/store/apps/details?id=com.baviux.pillreminder

My Pill: Otra app gratuita disponible en Android y Iphone. Te enviará una alerta para la toma de la píldora. Además de la píldora anticonceptiva, admite la configuración para otro tipo de anticonceptivos como anillo o parche. También incluye una opción para que tomes notas y controles tus síntomas.

https://play.google.com/store/apps/details?id=com.bouqt.mypill

https://itunes.apple.com/es/app/mypill-anticonceptivo-recordatorio/id425632209?mt=8

No te olvides: También para Android y Iphone y gratuita. Además de las alarmas y notificaciones, este app dispone también de un bloc de notas donde apuntar síntomas o datos relevantes de acuerdo a la toma de los anticonceptivos, tu menstruación o tus citas médicas. Como novedad, gracias a la detección de tu ubicación, te ofrece un listado de farmacias para que sepas cuál es la más cercana a ti. También incorpora un formulario para enviar tus dudas al personal médico encargado de la app.

https://play.google.com/store/apps/details?id=com.mustmobile.urufarma

https://itunes.apple.com/us/app/no-te-olvides/id698303156?l=es&mt=8

Pill reminder: Otra propuesta gratuita para Iphone. Muy intuitiva y visual, te permite también llevar un control estricto de tu píldora anticonceptiva.

https://itunes.apple.com/mx/app/pillreminder-la/id465938057?mt=8

Y acabamos este repaso de aplicaciones por una que nos ha gustado por sus prestaciones y versatilidad, ya que además de controlar la toma de la píldora anticonceptiva, es útil también para aquellas mujeres que no utilizan ningún método hormonal y quieren controlar su menstruación y sus ciclos fértiles: 

Clue: Gratuita y disponible para para Android y Iphone. Introduciendo una serie de datos, la aplicación será capaz de predecir tu próxima menstruación y tus días más fértiles. Un algoritmo aprende de los datos que proporcionas; cuanto más la usas, más inteligente se vuelve. Así cada mes podrás introducir también tus síntomas, estado de ánimo, tus relaciones sexuales, flujo, etc., lo que le permitirá ser mucho más precisa y aportarte datos muy concretos, además de guardar un historial de los últimos meses. Dada la cantidad de datos personales que soporta, podrás proteger tu privacidad con un código de acceso. Por supuesto, también hace la función de recordatorio para tus píldoras anticonceptivas y otros métodos hormonales.

https://play.google.com/store/apps/details?id=com.clue.android

¿Qué dice el color de tu menstruación sobre tu estado de salud?

Pese a que no es un tema del que habitualmente dispongamos de la información suficiente, es cierto que el color de la menstruación es un indicador del estado de salud de las mujeres, que puede servir como señal de que algo no va bien en el organismo y ciclo menstrual de las féminas.

El color de la menstruación puede deberse a diversos motivos o circunstancias que es mejor conocer para ser conscientes de las causas que explican que su color sea ese y no otro. A continuación, vamos a hablar de los distintos colores que puede tener la menstruación y de las razones que explican cada uno de ellos.

Color rojo brillante: es el color de la sangre menstrual en el mejor de los casos, un indicador de la buena salud de la mujer. Si la menstruación tiene un color más claro, es porque la sangre es joven.

Color rosa: el color rosado en la menstruación puede indicar un bajo nivel de estrógenos (hormonas sexuales femeninas). Las causas pueden ser:

El excesivo esfuerzo físico.

Los ovarios poliquísticos.

La llegada inminente de la menopausia.

Menstruación acuosa: el exceso de acuosidad en el sangrado de la menstruación puede tener su origen en la falta de nutrientes en el organismo de la mujer menstruante.

Color marrón oscuro: es uno de los colores más frecuentes en la menstruación de las mujeres. El motivo del color marrón oscuro en la menstruación se asocia a la antigüedad de la sangre expulsada. La tardanza en la salida al exterior de la vagina de dicha sangre menstrual produce la oxidación de una parte del tejido endometrial, que es la causante de que la menstruación adquiera un tono marrón oscuro.

Gran espesor y coagulación: una sangre menstrual espesa y con grandes coágulos puede deberse a desarreglos hormonales, que se solventarían con un cambio en la dieta y alimentación de la mujer.

Color rojizo y grisáceo: infecciones o abortos espontáneos son las principales causas del color rojo y gris de la menstruación.

La textura y el color de la menstruación nos dan mucha información del estado de salud de la mujer menstruante. Si nunca te has parado a observar el color de tu sangre menstrual, es el momento de comenzar a hacerlo. Gracias a ella puedes introducir cambios en tu estado de salud física y emocional, mejorando así tu calidad de vida.

Si el color de tu sangre menstrual es alguno de los que hemos mencionado en este post, consulta cuanto antes con tu ginecólogo para que te facilite los recursos necesarios para que tu menstruación adquiera un color rojo brillante.

En AGE contamos con un equipo médico profesional que te ayudará y orientará a solucionar cualquier anomalía de tu ciclo menstrual, en el que el color de la sangre tiene una importancia vital.

Posmenopausia: el final de los síntomas de la menopausia

El tránsito de la mujer a la tercera edad o edad madura se divide en tres estadios o etapas:

La perimenopausia o climaterio, el proceso mediante el cual el cuerpo de la mujer se prepara para la llegada de la menopausia. Es la antesala de la menopausia en la mujer.

La menopausia, es la etapa en la que la mujer deja de menstruar, el momento en el que los ovarios femeninos dejan de producir estrógeno y progesterona.

Y la posmenopausia, la fase final del paso de la mujer a la edad adulta, que se produce en el momento en el que la mujer deja de sufrir los síntomas característicos de la menopausia, como los sofocos, las sudoraciones, la pérdida ósea, la variación en los niveles de colesterol o los cambios de humor. Pero aunque la posmenopausia marque el final de la menopausia, no siempre supone el final de los problemas y dolencias. Con la ausencia de la menstruación, el cuerpo de la mujer se caracteriza por un déficit de estrógenos, que en ocasiones potencia el riesgo de padecer determinadas enfermedades, como la osteoporosis. El debilitamiento de los huesos es una de las posibles consecuencias que acarrea la llegada de la posmenopausia en la mujer. Además, la etapa de la posmenopausia es un periodo difícil tanto para el cuerpo como para la mente de la mujer, que ve cómo el paso del tiempo va dejando huella y constancia sobre su propio cuerpo, siendo consciente así de que está entrando en la tercera edad o edad madura. No siempre esta percepción se asume de forma positiva, siendo a veces necesaria la ayuda y la atención psicológicas para afrontar tal proceso vital.

Del mismo modo, la posmenopausia puede derivar en problemas:

  • Bucales.
  • Óseos (osteoporosis).
  • De sueño.
  • De azúcar (diabetes).
  • Cardiovasculares.
  • Autoinmunitarios (enfermedades autoinmunes).
  • Urinarios.
  • Del hígado (hepatopatía).

Afrontar esta etapa de la vida con la adecuada fuerza física y mental es crucial a la hora de vivir y experimentar la posmenopausia de la forma más favorable posible. No cabe duda de que es un periodo inevitable en la vida de cualquier mujer, por lo que hacerle frente con la suficiente firmeza y voluntad será el mejor recurso de la mujer en esta fase tan determinante como complicada.

En AGE ponemos a tu disposición todos los medios necesarios para sobrellevar la llegada de la posmenopausia con los mínimos cambios y transformaciones posibles.

Bartolinitis: causas, consecuencias y tratamiento

La Bartolinitis es la inflamación y obstrucción de las glándulas de Bartolino, que se encuentran situadas a ambos lados de la vagina, entre los labios menores y la pared de la vagina, y cumplen la función de lubricarla.

Es una patología muy común entre las mujeres, y, aunque no suele presentar graves complicaciones y se cura fácilmente, causa diversas molestias.

Al obstruirse el orificio por donde sale el líquido secretado por la glándula, éste se va acumulando y comienza a formarse un bulto redondo, que puede alcanzar un tamaño considerable. Este proceso va acompañado de dolor en la zona afectada. Además, puede llegar a infectarse.

La incidencia de quistes del conducto de Bartolino aumenta con la edad hasta la menopausia, disminuyendo a partir de entonces. Es muy frecuente durante el período de madurez sexual.

Las principales causas son:

La infección por bacterias: Escherichia coli, estafilococos y estreptococos.

La obstrucción del orificio de drenaje de la glándula.

No se trata de una enfermedad de transmisión sexual, pero sí puede ser consecuencia de una de ellas, como la Clamidia y la Gonorrea, y las bacterias presentes en estas enfermedades.

Sus síntomas más comunes son la inflamación, el enrojecimiento de la zona afectada, dolor, o fiebre.

Su diagnóstico se establecerá atendiendo a los síntomas clásicos de la enfermedad y requiere la exploración por parte del especialista, dada la diversidad de bacterias que pueden haber ocasionado la Bartolinitis. Además, se puede realizar un análisis del líquido secretado o, incluso, una biopsia para descartar un tumor de glándula de Bartolino subyacente.

En cuanto al tratamiento, se podrá actuar desde diversas vías:

Administración de antibióticos, antiinflamatorios y analgésicos.

La realización de un pequeña incisión con el bisturí para drenar el líquido. A veces este drenaje debe hacerse a través de una cánula, si la glándula está muy inflamada.

En caso de que la Bartolinitis sea crónica, el médico puede optar por la extirpación de las glándulas.

¿Cómo podemos evitar la Bartolinitis?

Aunque puede aparecer por diversos factores o mera predisposición de nuestro organismo, sí que hay algunos hábitos cotidianos que podemos controlar para evitar la aparición de una Bartolinitis:

Evita usar ropa muy ajustada.

El uso continuado de prendas íntimas de lycra podrían favorecer el desarrollo de bacterias.

Mantener una correcta higiene íntima.

Como hemos dicho antes, puede ser provocada a raíz de una enfermedad de transmisión sexual, como la Gonorrea, por lo que tomar precauciones puede contribuir a su prevención.